miércoles, 22 de julio de 2009
LE DIJERON,LE CONTARON,SE DIO POR ENTERADO...
Le dijeron,le contaron,se dio por enterado el zopenco ,el zopilote, de cosas que hizo o que le hicieron,en vida,en infra-vida y anda preocupado,desencarnado,atento, el burro sin farmacia,el estólido,el ejemplo...como en lejanos relámpagos comprende que no basta, en la existencia, con ser puntual,puntal,nuevo rico,anfitrión,sabedor de autos y contador de chistes...anda aprensivo por el tontódromo,observa en la jeta de sus íntimos si ellos también saben,si les han contado porque lo único que tiene el pelotudo es el documento de obediente a las consignas,a la moral de club,de quinta,de vacaciones... y claro,los otros caranchos,chanchos disfrutan de su desasosiego,cobran la envidia por el último auto,la última cometa,el último asado del exitoso mercachifle,por su imagen de publicidad de mercadito y barrio...cobran,le cobran y piensa el pavote cómo zafar,qué responder -sin responder - a eso que dicen,que han averiguado -pero, es mentira y no es del todo así,es más o menos,pero no del todo ¡cuanta maldad! con todo lo que he trabajado para llegar a la clase media pedorra y pagarle el make-up y el make-pedo a la señora-y por tan poco, sufre ... pensaba que algún día,después de cierta plata y tantos amigos de fuste y de fustazo(en el comercio,las instrucciones,en la policía y en la alcancía,en las profesiones y entre los putones),quedaba invulnerable,el asno, a los acasos...y un día cualquiera,mientras revisaba sus puestos,los impuestos,vino alguien -te lo cuento porque soy tu amigo, retorcido,estreñido de placer- y le ha narrado,con lujo de detalles y nuevos engranajes,lo que dicen que hizo o que le hicieron; se dio por enterado y anda por ahí mirando a quien cobrar,a quién pagarle la mano de pintura,el oportuno olvido,el manto de piedad y los favores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Querido Ale
ResponderEliminarcon austera elegancia, humor filoso y una cabeza infinita nos iluminás en cada una de tus líneas. Por favor no dejes nunca de producir con esa ácida felicidad.
Un gran abrazo
Mario